La amplitud y la comunicación visual son los valores más apreciados en la decoración moderna que busca que las casas resulten claras y luminosas. Por eso, muchas de las reformas modernas empiezan por la eliminación de tabiques, la superposición de puertas y la creación de espacios integrados unos en otros, que apenas se diferencian por sus usos.

La ventaja de este tipo de casas es la abundante luz natural, ya que la ausencia de paredes no interrumpe el paso de luz. Otra ventaja es que las habitaciones amplias y abiertas resultan mucho más relajantes, y además, se pueden aprovechar mucho mejor. La desventaja sería la pérdida de intimidad, pero gracias a las soluciones que proponen los decoradores –tabiques exentos, divisiones a media altura, cierres de cristal, puertas corredizas, o el emplazamiento de ciertos muebles – las habitaciones que necesitan privacidad pueden conseguirla sin renunciar a los espacios abiertos.

 

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Para obtener una casa sencilla y sin complicaciones, de fácil mantenimiento, que permita recibir a los amigos haciéndoles partícipes de cualquier actividad de la casa, necesitamos despojarnos de los tabiques y quedarnos únicamente con los muros de carga, que aprovecharemos para ordenar las estancias. La uniformidad de colores y materiales – acabados de las paredes y suelo deben ser los mismos en toda la casa – permiten esa impresión de unidad.

 

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Los acabados claros invitan al sosiego, el aislamiento térmico y acústico permiten descansar del ajetreo diario, así también una cuidada iluminación artificial ayuda a relajarnos. La elección de los muebles adecuados también es importante, en ellos podemos contrastar los colores blanco-crudo con los marrones y beige, y combinar materiales nobles como la piel, la madera oscura y el acero.