En el hall de entrada dejamos cartera, correspondencia, mochilas, zapatos, llaves… como mantener prolijo el dos por dos donde desensillamos.

Pobres las casas o departamentos que carecen de ese lugar (aunque sea un lugarcito)! Si en la suya no existe, vale la pena intentar armárselo, sobre todo si allí viven niños con su habitual parafernalia escolar y deportiva. La verdad es que, bien pensado, es un sector que usaremos todos los que forzosamente lo atravesamos. Entonces, dispongamos recursos para colgar, guardar o dejar a la vista lo más necesario: carteras, mochilas y paraguas; incluyamos algún mueble que sirva de apoyo o una silla para sacarse los zapatos y cambiárselos por otros. No hace falta más: bienvenido a casa!

 

 

Hasta hace pocos años, el hall de entrada apenas tenía un espejo, una mesita y un perchero. Hoy día es casi un ambiente de servicio más.

Como es el ambiente que nos recibe cuando llegamos a casa, conviene planearlo de manera que resulte práctico y, a la vez, acogedor. Baúles y pufs con tapa son ideales para que todo quede a la vista, y percheros y posters para adornar las paredes. Sobre la mesa de apoyo podemos colocar un organizador, un almanaque y un porta llaves, para dejar correspondencia, celulares y llaves y una pizarra para dejar mensajes que tienen prioridad en la agenda familiar.

 

 

La costumbre universal de sacarse los zapatos apenas uno entra en casa no tiene por qué repercutir en desorden. Un baúl ubicado cerca de la puerta es ideal para guardar botas de lluvia o tener a mano ese par de zapatos preferidos. Un puf con tapa es el mueble perfecto para almacenar bolsos, equipos de deporte o  juguetes. Además funcionan como asiento y pueden transportarse fácilmente a cualquier otra parte de la casa en caso de necesitarse asientos extras.

Para eludir el típico perchero podemos clavar letras de hierro con ganchos, es la forma más práctica de tener a mano abrigos, mantas o bolsos. Este novedoso sistema lo podemos colocar a altura o más al alcance de los chicos, que igual encontrarán la forma de treparse.