En el hall de entrada dejamos cartera, correspondencia, mochilas, zapatos, llaves… como mantener prolijo el dos por dos donde desensillamos. Pobres las casas o departamentos que carecen de ese lugar (aunque sea un lugarcito)! Si en la suya no existe, vale la pena intentar armárselo, sobre todo si allí viven niños con su habitual parafernalia …