La cocina es un espacio que necesita de una especial atención más allá de su decoración, ya que no es una de las partes de la casa que se pueda reformar constantemente por su complejidad, por lo que cuando se realice es necesario tener en cuenta varios aspectos, desde la distribución hasta los materiales que se van a montar en ella.
Lo primero que debemos pensar antes de comprar nada es que actividades se van a desarrollar dentro de la cocina: si hay niños, se va a comer en ella, va a ser lugar de tertulias con amigos y familia… una vez que tengas claros estos aspectos podrás empezar a confeccionar la cocina.
En segundo lugar tenemos que realizar una distribución en función del espacio con el que contamos. La mejor manera es dividir la cocina en zona de cocinar, de lavar y de almacenaje.
A continuación debemos pensar que estilo queremos que tenga nuestra cocina: con acabados rústicos en madera, con brillo para que sea más actual… y que tipo de encimera queremos montar, ya que en la actualidad hay un montón de variedades, calidades y colores.
Antes de decidirte por un modelo u otro, hay que fijarse en los siguientes detalles:
- La estructura de los muebles y sus baldas. Es recomendable que sean tableros de 18 mm recubiertos de melanina, son los más duraderos.
- Las bisagras de las puertas. Es recomendable que puedan abrirse hasta los 130º. De esta manera el acceso al mueble es más cómodo y la bisagra sufre menos.
- Los cajones mejor que sean extraíbles y con amortiguadores para facilitar la limpieza y evitar su deterioro.
Por último y no menos importante, están los electrodomésticos. Estos deben de ser seguros y resistentes. Además, aunque en la compra puedan parecer un poco más caros, es recomendable comprarlos siempre con el distintivo A++ de eficiencia, ya que ahorrarás en su consumo a largo plazo.
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